lunes, 22 de agosto de 2011

Ramón Margalef o los principios de la ecología moderna en España

Con Ramón Margalef en una entrevista para TV
Fue en Septiembre de 1.999 cuando me presenté a Ramón Margalef en un encuentro que tuvimos en Sanlúcar de Barrameda. Siempre había oído de él que era un hombre reservado. Ya casi rondaba los 80 años. Pronto salió un hilo de conversación que nos mantuvo apartados del resto del grupo durante bastante tiempo. No sé ustedes, pero tras conocer a mucha gente, parece que hay una extraña coincidencia que describe normalmente a los sabios. Margalef tenía, pues eso, aspecto de sabio. Sencillo, algo descuidado, como si sólo estuviera abstraído por las curiosidades de la Vida, estuvimos hablando durante largo tiempo.


Me contó que a él le interesaba conocer el funcionamiento de los mecanismos de la naturaleza. Ya se lo había oído decir en alguna ocasión, cuando me definió la Ecología como los despojos de todo aquello que no quería la Biología. Y eso es lo que a mí me ha interesado siempre, decía. Me invitó a ir a Barcelona a conocer lo que estaba investigando, aunque ya estaba jubilado.

Le agradecí el detalle y se ofreció a ayudarme en todo lo que necesitara. “Lo que pasa que algunos colegas dicen que yo explico las cosas de manera muy complicada”. Le respondí que no me importaba, que había que esforzarse en entender las cosas que dicen los sabios.


En mayo de 2.004 murió en la ciudad que le vió nacer, Barcelona. Se pueden encontrar muchas citas suyas en el terreno del medio ambiente. Le preocupaba el daño que el desarrollo económico desproporcionado estaba haciendo en los recursos ambientales, y destacaba que había muchos iluminados que se habían alejado demasiado de los procesos puramente ecológicos. Fue gran parte de su vida un autodidacta, hasta que creó la primera Cátedra de Ecología en España en 1.967, siguiéndole poco después su amigo Fernando González Bernáldez.

Margalef cuando fue investido Doctor Honoris Causa por la Universidad de Alicante














Muchos siguen confundiendo el ecologismo con la Ecología. El ecologismo nace de otros ambientes distintos a los de aquéllos que en un principio le dieron la entidad de ciencia al estudio de los paisajes, las lagunas dulces (Limnología),-especialidad de Margalef- las especies más minúsculas marinas hasta las más llamativas por su gran tamaño; con el desarrollismo hubo muchos de estos científicos que se involucraron y comprometieron en luchar contra la degradación de los mecanismos naturales que estudiaban.

Ramón Margalef nunca militó en organizaciones ecologistas, ya que él concebía la Naturaleza de este Planeta como una cuestión a la que dedicó toda una vida en investigar y comprender. Eso no quita que legiones de generaciones siguieran sus pasos a nivel mundial, ya que fue siempre reconocido como uno de los Ecólogos más prestigiosos del mundo, y España sin enterarse.

Me ayudó durante los años que le conocí , hasta incluso poco tiempo antes de su muerte, a interesarme y tratar de esforzarme en conocer cómo funciona la dinámica ecológica de ciertos sistemas. Algo por lo que le estaré eternamente agradecido.

Manuel J. Márquez Moy

sábado, 20 de agosto de 2011

Miguel Ángel Losada: "Si no se solucionan los gravísimos problemas del estuario del Guadalquivir no es conveniente ningún dragado"


Miguel Ängel Losada abajo con la ex Ministra de Medio
Ambiente Cristina Narbona (Foto "El País). Arriba, antes
de empezar la conferencia, durante la entrevista que mantuvimos
en Sanlúcar de Barrameda
Nos encontramos con Miguel Ángel Losada (Salamanca, 1947), Catedrático de Ingeniería Hidráulica de la Universidad de Granada, con numerosos reconocimientos a lo largo de su trayectoria a nivel internacional y una de las personas que han coordinado científicamente el trabajo realizado durante algo más de dos años para diagnosticar la situación del Estuario del Guadalquivir antes de un probable dragado de la Autoridad Portuaria de Sevilla para aumentar el calado de entrada de embarcaciones mayores, mercantes y navieras hasta el remozado y ampliado Puerto de la capital andaluza. Dirige el Centro  Andaluz de Estudios Ambientales de Granada. Acaba de presentar los resultados del diagnóstico de las afecciones que tiene el Estuario del Guadalquivir en el Palacio Ducal de Medina Sidonia en Sanlúcar de Barrameda. Ha sido el Guionista de la serie "Las riberas del mar océano" que tras un intento de censura por el propio Gobierno socialista que se la encargó cuando era Ministra Cristina Narbona, y bajo la dirección del desparecido Julio de Benito, se llegó a emitir en TVE el año pasado.



Si me permite, ¿estudió esta profesión en su día porque no había otra opción, por causas circunstanciales o por pura pasión?




- Por referencia y por pasión. Mi mundo siempre ha sido el mar, mi mundo ha sido el mundo marino, he hecho de todo en el mar, he pescado, he navegado, he disfrutado de la costa, para mí el mar siempre fue objeto de atracción, y así elegí mi carrera de estudios y así seguí con mi profesión después. A eso después le he ido añadiendo la componente terrestre, porque al mar llegan nutrientes, suelo, y luego agua de la tierra, y a eso le añadí la atmósfera, la hidrosfera, porque el motor del viento llega de la atmósfera y al final te das cuenta que está todo interrelacionado. Uní agua, atmósfera y tierra. Y eso es lo que hacemos en el Centro de Estudios de Medio Ambiente en Granada. Y con esa manera de ver la Tierra, el sistema tierra, enseñamos, hacemos las tesis, las investigaciones, colaboramos con la Administración, publicamos, es decir, con una visión integrada del sistema tierra como ninguna carrera, excepto los master oficiales que tenemos ahora con el Plan Bolonia, en lo que hoy llamamos Hidráulica Ambiental.


Decía el prestigioso Geólogo español Juan Gavala Laborde, pues tuve a un discípulo suyo como maestro mío en mi camino como autodidacta, que los lugares más complicados de estudiar desde el punto de vista geológico, y que era y es un quebradero de cabeza para los meteorólogos, son las provincias de Cádiz y Asturias. Asturias desconozco las razones, pero me consta que el Golfo de Cádiz siempre ha sido muy complejo.





- Es complicado, pero por dos razones fundamentales, una porque las escalas de los procesos es un todo, porque participan desde escalas milenarias en el tema atmosférico hasta escalas semidiurnas de las mareas astronómicas, más las escalas de las borrascas con el paso que tienen de tres-cuatro días. Están todas las escalas y todas ellas intervienen, interfiriendo entre ellas para modelar el territorio que vemos. Claro, eso es endemoniado. Porque por donde empezamos, por la escala lejana geológica o empiezas por la gota de agua que acaba de caer y arrastra un poco de sedimento. El poner todo en su sitio y transferir de una a otra el efecto que tienen e integrarlo para decir que esta es la imagen que vez ahora y mañana verás esta otra es lo que hace la dificultad. El proceso nos mantiene muy ocupados, es muy complicado, pero yo me divierto muchísimo.




La intervención antrópica con la construcción de presas, embalses, cortas, canales, tienen una parte positiva porque ha retenido agua para evitar desbordamientos que lleguen a los núcleos poblacionales de la ribera del Guadalquivir, aunque a veces se permite construir casas donde no se debe, la Confederación Hidrográfica se ha excedido en el número de presas previstas en la cuenca…, lo que al final ha convertido el río en una zona muy castigada. A donde quiero llegar es que estamos manipulando demasiado la Naturaleza para nuestro antojo, como un caso límite de estos días en los sucesos de Japón.






-Es un poco la Historia de la Humanidad, es la historia de los egipcios con el Nilo en la Prehistoria o más actualmente con la Presa de Asuán. Sabéis que la historia de la humanidad se construye en cómo transformo la tierra pensando en unos intereses de sociedad evolutiva para generar riqueza, bienestar y calidad de vida. El problema es que todo eso se ha hecho esencialmente sin conocer las consecuencias que tenían. La diferencia de este siglo XXI o el XX con respecto a cuando los egipcios ya utilizaban el Valle del Nilo es esencialmente que ahora podemos predecir una parte sustancial de las consecuencias que se tienen. Por tanto, ya las reglas del juego han cambiado. Han cambiado para la gestión, y han cambiado para la toma de decisiones. Los políticos ahora tienen que decidir sobre el pronóstico que podemos hacer los científicos de lo que van ha hacer. Eso es también muy grave porque los políticos tendrán que conocer lo que se dice y no podrán tomar decisiones en función de los votos. El tema de Japón es un dato más. Estamos en cambio de ciclo, estamos en cambio de actitud de la sociedad frente a la Tierra, estamos en un cambio absolutamente diferente y tan dramático, o quizás mayor que el que ocurrió con la década de los setenta cuando el barril de petróleo pasó de 30 céntimos a treinta euros, y nos empezamos a dar cuenta que aquello se acababa y que había que tener cuidado o el cambio cuando la Revolución Francesa. Es un cambio realmente donde interviene todo el Planeta Tierra por primera vez en su conjunto, una sociedad interrelacionada en su conjunto, un concepto de emigración desde donde los que vivimos bien, los demás también quieren venir otros y hay que generar riqueza para todos. Y entendemos lo que pasa. Es decir, si cerramos el Guadalquivir por poner una presa en la Isla Mayor, sí, está bien, pero mire usted lo que pasa. Entonces, eso ahora, son las nuevas reglas del juego y , por tanto, sociedad y toda su estructura desde políticos, sindicatos, empresarios, los ciudadanos de a pie, han cambiado. El estudio del Guadalquivir pienso que en ese sentido es el primero que pone el pie en esa nueva plataforma y todos dicen uy, uy, esto es otra historia ya, hay que cambiar.




¿Y en el Guadalquivir cabe todo y a la vez?






-Son dos palabras que a mí me gusta utilizar, simultaneidad y compatibilidad. Simultaneidad es en el tiempo que haya dos, tres, cinco cosas a la vez, pero compatibilidad es con intensidad de vida, pero para no anular al otro, porque si yo estoy poniendo una presa en Isla Mayor estoy anulando la navegación hasta Sevilla. En cambio, si permito que naveguen, permito que descarguen por llanos mareales y pesquen, estoy haciendo algo compatible, la inteligencia, el desarrollo social ambiental conjunto, no uno contra el otro, se basa fundamentalmente en conseguir simultaneidad y compatibilidad para que todos ganen.




¿Por qué hoy todo es ecológico y sostenible?, una palabra que surgió en la Cumbre de Río de Janeiro en 1.992 y que hoy se utiliza para todo, se abusa de esa terminología.





-Si, se abusa, pero lo mejor es poner la otra palabra, economía o entorno sostenido. Sostenido que significa cosa de consumir los tres elementos básicos que tenemos, consumir agua, suelo y energía. Entonces en Andalucía, España, en el mundo suelo, agua y energía son escasas y por tanto hay que gestionar la escasez. El mundo tiene que saber que sus recursos son escasos y que hay que compartir. Por eso es un cambio de ciclo. Tenemos que ser conscientes que este planeta no da más, necesitaríamos otros planetas para seguir viviendo en la opulencia, y como no lo hay, pues señores, aquí hay que repartir, ya no puede haber tanta diferencia entre un país y otro y no puede gestionarse las cosas con la arbitrariedad de decir siempre que hay que crecer. El paradigma que para tener más hay que crecer económicamente es rigurosamente falso y, si no lo es tiene que serlo porque el Planeta no da más de sí.




Hace unos días publicamos un reportaje sobre las investigaciones de Joaquín Rodríguez Vidal, de la Universidad de Huelva, que usted conoce. Él afirma que en la zona de lo que hoy es Doñana, Huelva y Esturio del Guadalquivir hubo hace unos 2.200 años un tsunami. ¿ Realmente se puede componer ese rompecabezas analizando yacimientos arqueológicos de la zona y capas de sedimentos?





Si, con incertidumbre porque la ciencia no da certezas, pero sí con un grado de aproximación muy alto, porque los datos de Joaquín coinciden también con otros datos sobre tsunamis, la arqueología ha sido capaz en Baelo Claudio de poner de manifiesto que el siglo I, siglo III hubo dos tsunamis que arrasaron la ciudad. En el siglo I , cuando acabó, la reconstruyeron y en el siglo III la abandonaron. Y tenemos el terremoto de Lisboa. Simplemente en datos históricos relevantes que se encuentran en nuestros yacimientos o en los libros o en los escritos de la antigüedad se sabe que esta es una zona de tsunamis. ¿Qué pueden venir tsunamis?. Son hechos menos probables que en Japón, pero que no los podemos ignorar con sus consecuencias devastadoras en la línea de costa, en los estuarios y en nuestras propias debilidades y flaquezas, que tenemos muchas.




Y siguiendo con los interesantes estudios de Joaquín Rodríguez Vidal, curiosamente coincide con otro autor con el que no ha tenido relación, como es Loic Menanteau, que ya investigó concienzudamente esta misma área, y donde por ejemplo Ramón Corzo Sánchez, en sus excavaciones en el Tesorillo de la Algaida de Sanlúcar de Barrameda, viendo la estratigrafía, ya predijeron que algo anormal había ocurrido durante la época que indica Rodríguez Vidal.








-El hecho real digamos que terremotos con epicentros en el mar y maremotos son el mismo suceso. En todas las dorsales que existen en el Atlántico y que bordean este posible epicentro es normal que haya maremotos . Ese hecho oceanográfico, relacionado en este caso con un forzamiento sísmico es posible y ha ocurrido varias veces. La Historia nos lo dice y los arqueólogos en cuanto tiran dicen aquí parece que ha pasado como un tsunami. Pues eso, es en lo que estamos de acuerdo.




¿Le ha supuesto muchos quebraderos de cabeza durante estos dos años el estudio del Estuario del Guadalquivir?.





- No, la verdad es que todas las administraciones nos han dejado entera libertad y la gente han sido muy respetuosas, tanto grupos ecologistas, asociaciones cuando nos han llamado les hemos explicado hasta donde hemos llegado, y hasta donde estamos avanzando. La verdad que ha sido una maravilla. Yo ha sido los trabajos de investigación donde menos han interferido, sólo lo imprescindible de cómo íbamos en ciertos momentos. Yo agradezco a todas las administraciones el respeto que han tenido por el trabajo científico, tanto de Javier Ruiz, Maria José Polo, como los otros muchos que han participado


Gracias


Manuel J. Márquez Moy

martes, 16 de agosto de 2011

Documental - Desde el silencio de la marisma

Un recorrido por algunos de los personajes y recursos que se desarrollan en las marismas de Sanlúcar de Barrameda (Cádiz) Personas como Javier Hidalgo, Pablo Palenzuela, Manuel Perez Cuadrado "El Perez" y su madre Rosario, el científico Miguel Delibes y el guarda mayor apodado "El Vigueta" aparecen durante este documental realizado en 1994 y dirigido por Manuel J. Márquez Moy. para Telesanlucar.

 


Hace unos días, en plena canícula veraniega de agosto estuve en la Marisma, la del Guadalquivir y Doñana, en Sanlúcar de Barrameda. Muchas de las cuestiones que se reflejan en este documental de 1.994,  comparando observé abandono y degeneración. Aunque tal y como están las políticas de conservación, a veces prefiero que no manoseen el medio natural, para que se regenere espontáneamente. Hace unos años hice un estudio sobre cuántas personas de Sanlúcar conocían este lugar, y un 99%, sin exagerar, nunca habían pisado estas zonas. Hay todavía mucho trabajo por delante.


Manuel J. Márquez Moy es Guionista y Director de Documentales.

lunes, 15 de agosto de 2011

"El Alto de las Cuevas", un rincón de la selva primitiva de Sanlúcar de Barrameda


Imagen de la Barranca en este año. Parece una selva neotropical. Pulsar en la foto para ampliar











La Barranca del Alto de las Cuevas es uno de los lugares más primitivos de Sanlúcar, donde todavía queda un rincón para poder presenciar la historia geológica, la evolución paisajística y el interés botánico que tenía Sanlúcar de Barrameda en el casco urbano.








Con los años la Barranca, que podía haber sido perfectamente declarada “Monumento Natural” dentro de la Ley de Espacios Naturales Protegidos de Andalucía”, ha sido presa de la especulación urbanística, infravalorada e ignorada en su aspecto científico. Una Barranca de barros rojos que es testimonio geológico del Plio-Pleistoceno en Sanlúcar de Barrameda. Finales del Terciario y principios del cuaternario, representando los depósitos diluviales de la última glaciación würmiense. (hace unos 18.000-10.000 años).


La Barranca empezó por ser tratada como un estercolero, ignorando la ciudadanía y los gestores políticos de hace unos 20 años que teníamos un tesoro científico. (Al igual que ocurre con tantas cosas en este término municipal).


Como la historia evolutiva se puede “leer” todavía en la Barranca que queda en la zona de la Ermita de San Diego de Alcalá, anexa a la Barriada San Diego y a la urbanización de “Pino Alto”, hay que hacer todo lo posible para tocar lo menos posible a la zona, poner un panel informativo sobre sus valores científicos y declarar desde el Ayuntamiento al área que subsiste “Zona de interés Científico”.


 Parece que tenemos complejo de reconocer que la zona de barros rojo con la que hemos jugado toda la vida llegó al Barrio Alto principalmente fruto de unas largas transformaciones climatológicas y geológicas. Ya es hora de que empecemos a entender que no es simple barro y “matojos” y se haga un esfuerzo por conservar y divulgar la importancia de nuestro patrimonio.

Si no se dijese que este lugar pertenece a Sanlúcar de Barrameda, pudiera confundirse con las selvas neotropicales de Sudamérica.(Pulsar en la foto para verla a mayor tamaño)






Siempre me pareció un lugar con cierto aire de misterio. Crecí prácticamente entre el barro rojo modelado con formas caprichosas por la naturaleza del agua de la lluvia y por el viento. En el óxido de hierro de su composición química podía leer la historia de la evolución geológica de toda esta área. La glaciación de Würm, hace unos 18.000 años, tuvo que ver mucho con la presencia en Sanlúcar de Barrameda y en las tierras de Huelva con estos barros diluviales del Alto de las Cuevas.


Cuentan que tal nombre de esta zona le viene dado por las hondonadas y grandes oquedades que el tiempo se encargó de ir esculpiendo entre el suelo ferruginoso mezclado con apretados matorrales de lentiscos, acerolos, espinos blancos y jaras, donde habitaron los primeros gitanos que fueron apareciendo por Sanlúcar allá en los siglos XVI y XVII. Mientras tanto, Fernando de Guillamas y Galiano nos describía en el XIX este lugar como un monumento natural paradisíaco “donde el corazón se ensancha y la imaginación crece”.
No olvidemos que de las entrañas del Alto de las Cuevas rezumaba el manantial del Chorrito, bajo lo que fueron las ermitas de Ntra Sra. De las Cuevas (hoy desaparecida) y que al parecer en su día albergó al actual Cristo de la Expiración, primitivo de las Aguas, y la de San Diego de Alcalá.




Detalle de una de las zonas donde se puede observar la caprichos escultura natural del viento y el agua. (pulsar en la foto para ver la foto en un mayor tamaño)







Barros diluviales, ferruginosos procedentes de la sedimentación del Guadalquivir hace unos cuantos miles de años. En estas lides tuve el mejor maestro, erudito como pocos y que me enseñó a amar aún más las grandes maravillas de la historia, la geología o el clima, como fue D. Isidro García del Barrio Ambrosy. A él le gustaba llamar a esta zona del Alto de las Cuevas “el cañón del colorado, pero en pequeñito”. Y suficientes razones de peso tenía para afirmarlo alguien como él que había estado en la meca de los geólogos: el Gran Cañón del Colorado.


Bajo esta barranca estuvo situado el Convento de San Francisco “el Viejo” hasta Enero de 1.700.
Así que lugar sacro, agrícola, y donde el Guadalquivir ha dejado parte y huella de su dilatada historia.
Hoy me gusta pasear por este paisaje vinculado a todo lo que ha sido el desarrollo de mi vida. Ha sido maltratado por el desarrollismo, quedando arrinconado y aprisionado entre urbanizaciones. Pero de la rica historia de este lugar , casi selvático, todavía me hablan los retazos que quedan de su fisonomía primigenia, entre un matorral espeso que se resiste a desaparecer, con un alcornoque centenario vigilando el horizonte de Doñana.

El Alto de las Cuevas fue lugar obligado para viandantes, peregrinos, hortelanos, franciscanos, santos, carreteros y truhanes. Espero que me dejen seguir disfrutando de la arquitectura natural de esta zona que está todavía por descubrir y conservar.
Ascender por su rugosa barranca hasta perderme en el misticismo de sus matices antropológicos como un ermitaño que busca refugio lejos del mundanal ruido.

 Manuel J. Márquez Moy

Un empujón a la Biodiversidad














Hubo un tiempo en que yo le daba importancia a los seres vivos según su funcionalidad dentro del engranaje de la Naturaleza, dentro de un Ecosistema. Si se veía que la funcionalidad estaba clara (los camaleones come tantos insectos al año, las aves insectívoras 2 kilos y medio cada una al año, las rapaces nos libras de muchos roedores que podían constituir plagas…y los mosquitos…pues su función es transmitir enfermedades, aunque eso desde la perspectiva antropocéntrica del ser humano no le fuera beneficioso, pero su misión, entre otras, es transmitir enfermedades). En esto último del mosquito-buenos ejemplares los que se crían en la desembocadura del Guadalquivir-, el Profesor Castroviejo me corrigió hace años. Los mosquitos están ahí y nosotros también, y no por tamaño de unos y otros tenemos derecho a aniquilar las especies, aunque nos defendamos de ellas por molestas a guantazos. Todos tienen derechos a existir y coexistir por el mero hecho de que han superado una serie de etapas evolutivas y se merecen nuestro respeto, camaleones, invertebrados, y lo que sea.

Yo aún así añadía que quizás es que no sabíamos qué función es la que tenían muchas especies por desconocimiento nuestro. Pero me daba cuenta que de nuevo caía en esa perspectiva egocentrista del ser humano que pensamos que el resto de la Naturaleza está al servicio nuestro y que nosotros somos el centro del universo.

En Doñana, sin ir más lejos, durante largas etapas de sequía hay especies que salen beneficiadas y aprovechan esos ciclos para ser reinas en la pradería, en el secarral marismeño o en los pinares. Cosa que se les niega en los tiempos de etapas larguísimas de un clima más suave por la propia Naturaleza. Cuando vuelve el ciclo templado pues se quedan refugiadas, como aletargadas hasta cientos de años incluso en una estepa. Me refiero ya a microorganismos, a semillas.

En definitiva, la Naturaleza Planetaria tiene sus ciclos en diferentes regiones de la Tierra. Cuando empezamos a intervenir nosotros como Austrolopitecus, Neandertales y otros homos primitivos que convivían incluso unos con otros, según los últimos estudios realizados por Paleoantropólogos, usábamos los recursos de la Naturaleza, es más, el Homo sapiens sapiens forma parte de la Naturaleza. Pero algo falla cuando con el paso de los siglos pasamos aparentemente de un uso a un abuso de los recursos de la Tierra. Y ahora andamos en el debate del Cambio Climático. ¿Hemos producido un Ecocidio? ¿Estamos aniquilando la Tierra?. ¿Pero no somos el ser humano parte de la Biodiversidad del Planeta?. El caso es que hemos cometido excesos en muchas regiones de la Tierra, en muchos ecosistemas, poniendo en peligro la vida de otras especies. Y con nuestra consciencia percibimos que estamos poniendo en peligro, no la Vida de la Tierra, que continuará su curso, con nosotros o sin nosotros, y empezamos a movilizarnos para reparar ciertos desastres de los que nos consideramos responsables directos.

Y como siempre se ha dicho, una cosa está clara. El Planeta puede vivir perfectamente sin nosotros, pero nosotros sin los recursos del Planeta no somos capaces de vivir. Y el Planeta está pasándonos una factura bastante cara, porque la evolución natural de la Tierra la hemos trastornado a tales extremos que el oxígeno, la fertilidad de la tierra, los alimentos están deteriorándose tanto que hemos puesto en peligro nuestra vida dentro de esta Biodiversidad. Y esto no se puede quedar en gestos, aunque cada uno hace lo que puede y otros muchos nada. Ecologistas en Acción intentan hoy sábado salvar las Lagunas de los Llanos de Bonanza y la Veta de la Serrana en Sanlúcar de Barrameda.


Y es que ocurre algo fundamental a tener en cuenta. Cuando hemos intervenido tanto en un ecosistema, hemos metido las manos tanto tocando aquí y allá, abriendo canales, desecando lagunas, diseminando tantas toneladas de química en nuestros campos, a la Naturaleza por sí sola le cuesta regenerarse, y tenemos, como yo digo, que empujar a la Biodiversidad, para que tome impulso. Unos siguen empujando para derribar esa Biodiversidad, para aniquilarla, y los menos, tristemente, empujamos para volver a ver vida, mucha vida, variedad de vida, donde siembran tanta muerte.

Manuel J. Márquez Moy

sábado, 13 de agosto de 2011

"El acantilado del Espíritu Santo" O cómo leer la historia de Sanlúcar de Barrameda en sus rocas.

 
Fotografía del Acantilado en 1.987, sacada de mi cuaderno de campo, cuando el Puntal del Epíritu Santo estaba en uno de sus mejores momentos de conservación. Y arriba en la dcha. una imagen actual con la llamadas rocas ostioneras sobre la playa en una pleamar.















En Agosto de 1.986 se aprobaba por la Junta de Andalucía el Plan Especial de Protección del Medio Físico, incluyéndose una Resolución en Febrero del pasado año de 2.007, con las normativas actualizadas y su respectivo Catálogo de Espacios y Bienes Protegidos de la Provincia de Cádiz. El Acantilado del Espíritu Santo ha estado protegido en teoría, según la Normativa desde 1.986. Muchos científicos han venido a estudiar minuciosamente este Acantilado situado entre la Playa de las Piletas y de la Jara.


Desde que empecé mi labor como divulgador y estudioso de las grandes riquezas ecológicas de nuestro entorno, el Alto de las Cuevas y el Acantilado del Espíritu Santo han sido como mis ojitos derechos. Entiendo que para muchos es sólo una elevación de un terreno de arena y poco más. Pero cuando te adentras en el mundo de la evolución del paisaje, la interpretación de todos los grandes procesos geomorfológicos que se han venido produciendo como mínimo desde el Mioceno, y lo comprendes, y nunca terminas de aprender, llegas a la necesaria conclusión de que formas parte de este paisaje, queramos o no, que ha condicionado nuestra cultura y nuestro modo de ser.



El bosquete de álamos blancos que todavía se conserva en el Acantilado, habiendo sido arrasada con los años gran cantidad de superficie autóctona típica del monte mediterráneo









Desde el año 1.983 me atrajo este Acantilado. Esa vegetación típicamente mediterránea que lo envolvía, entre jaguarzos, lentiscos, jaras, pinos piñoneros, y una zona húmeda que permitía la presencia de un bosquete de álamos blancos. Como hemos podido comprobar aquello no duró mucho tiempo cuando ya empezaron a construir hasta casi el mismo borde del Acantilado, estando entonces ya protegido. Un caso más de desidia, abandono, desconocimiento, iba sepultando y adulterando el paisaje singular de estos Acantilados que con mayor o menor altitud se extendían paralelos a la orilla de la playa hasta Montijo.
Uno ha hecho lo que ha podido, alertando a la ciudadanía por lo menos que el Acantilado existía. Todos remitían, los más viejos del lugar, al Castillo que estuvo encima del Acantilado y que el embate del oleaje lo fue derribando. Y efectivamente este hecho también constituye un elemento a tener en cuenta dentro de la intrahistoria de este monumento natural.


El acantilado guarda una interesante estratigrafía de los diferente periodos geológicos y climáticos por los que ha pasado Sanlúcar de Barrameda. En el Acantilado se puede ver diferentes capas de terrenos, la mayoría pertenecientes, para resumir, al llamado Plio-Pleistoceno. Es decir, el último periodo de la Era Terciaria y el primer periodo de la Era Cuaternaria.

Isidro García del Barrio en su casa de Sanlúcar de Barrameda, en una de las colaboraciones del Programa de TV "Diálogos con la Naturaleza", que dediqué precisamente a los orígenes geológicos de Sanlúcar en 1.987.









Fue Isidro García del Barrio Ambrosy mi maestro en Edafología (Ciencia que estudia los suelos agrícolas) y en Geología. Un hombre al que se le ha tenido muy poco en cuenta a pesar de lo mucho que divulgó sobre la Geología, la Agricultura, la Enología, la Historia, el Clima de Sanlúcar de Barrameda. Nos dejó en 1.996 y no he visto, tristemente ni un homenaje institucional, porque aunque nació en Jerez, estaba casado con sanluqueña, y repartía su tiempo entre las dos localidades. Ya le dediqué un artículo en esta misma revista.

Dentro de la Normativa que protege a este Acantilado, está catalogado como Complejos Litorales de Interés Ambiental. Son 19 hectáreas las protegidas, incluyendo también los demás acantilados de la Playa de la Media Legua. Está protegida también la vegetación de todo su entorno, por lo que está prohibida la tala de árboles, carteles de Propaganda, Actividades extractivas, Instalación de tendidos eléctricos y Vertederos.
Me da la impresión que este Acantilado ha pasado desapercibido desde el punto de vista científico para los lugareños, cuando los geólogos más prestigiosos a nivel internacional le han dedicado numerosos estudios, desde el padre de la Geología Moderna, de donde muchos han bebido, Juan Gavala, Loic Menanteau, y la gran geóloga Caridad Zazo, actual Investigadora del Museo Nacional de Ciencias Naturales y Profesora de Investigación del CSIC.

Fósiles del Plioceno (Era Terciaria), en el Acantilado.











Como se está reorganizando la Costa, y por lo tanto, las Playas de Sanlúcar, llamo la atención sobre este Acantilado que sigue abandonado. Contar aquí toda su historia geológica nos llevaría un largo y grato tiempo, pero mejor que descubran los interesados la Historia Geológica de Sanlúcar en las piedras conchíferas y barros que todavía se pueden admirar. Pero cuando la Delegada de Turismo, Mª José Valencia, viene de FITUR afirmando que el turismo ecológico es lo más rentable hoy día, te echas las manos a la cabeza, por miedo y desaliento, ya que Sanlúcar de Barrameda siempre ha tenido variados recursos ecológicos que se han destrozado impunemente y con la complicidad del Ayuntamiento. De cualquier modo, del turismo ecológico hablaremos otro día.

Manuel J. Márquez Moy, Monitor de Interpretación de los Paisajes

La desembocadura del Guadalquivir, un patrimonio muy dinámico, poliédrico y abandonado durante decenios.

Hay un tímido empuje político, más que social, por realizar proyectos para el Guadalquivir. Lo más significativo y nada desdeñable, la lucha para conseguir el distintivo de Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO para el río. Desde el año 2.004 en que se declaran como zonas de Reservas de Pesca diferentes lugares de la desembocadura por la Consejería de Agricultura y Pesca se nota una sana intención por parte de la Administración Pública de preservar muy especialmente la zona de cría y engorde, el caladero, de toda esta área.
Pero para no hacer tan espeso este reportaje, ya que habría que tratar muchas cosas ahora que se va a crear por enésima vez un organismo supramunicipal del Ayuntamiento de Sanlúcar de Barrameda con la Costa Noroeste para velar por los intereses del río voy a citar las problemáticas que hay que abordar para que el Guadalquivir sea un recurso natural sostenible, ya que le han cogido gusto a la palabra-no sé si al concepto-la clase política:

- Cuando ocurrió el Desastre de Aznalcóllar, se hicieron informes por parte de Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), y en base a ellos se creó la Oficina del Corredor Verde del Guadiamar por la Junta de Andalucía y el Plan Doñana 2.005 por la Administración Central. Éste último, este año no se había finalizado aún, pero se cerró en falso sin mayores explicaciones. Hay que exigir esas explicaciones y el resultado de los estudios y trabajos.


- .La ampliación del Puerto de Sevilla y la construcción de una Esclusa va a conllevar 20 años consecutivos de dragados del Guadalquivir con graves riesgos para el equilibrio ecológico de la desembocadura especialmente.


- La construcción de la Mina del Cobre “Las Cruces” en el punto de la Algaba con vertidos contaminantes de metales pesados y productos químicos altamente tóxicos y peligrosos al río requiere más que una explicación.




- Todos los vertidos provenientes de río arriba por muy diferentes municipios de residuos industriales y agrícolas hay que atajarlos de una vez por todas.




- Hay que exigir como marca la Ley que no se pueden construir más embalses y presas en la cuenca del Guadalquivir, pues ya supera en número lo establecido, alcanzando casi 60, una cifra brutal que convierte al Guadalquivir más que en un río, en un canal de desagüe.




- Aunque ya lo va a presentar como moción ante el Parlamento Andaluz IU, exigir un Plan de Emergencia específico para posibles accidentes, como los que podrían haber ocurrido este verano en dos ocasiones con CEPSA y el buque mercante encallado en la barra del Guadalquivir.




- Aunque lo propuse hace años y se estudió a partir del año 2.005, reemprender las posibilidades de crear las Denominaciones de Origen para los langostinos de Sanlúcar e incluso el pescado fresco.




- No olvidar que desde este año toda la desembocadura del Guadalquivir está protegida por la Consejería de Cultura como Zona de Servidumbre Arqueológica, para evitar el expolio o la destrucción de todos los yacimientos arqueológicos subacuáticos que existen en esta zona.




- Acabar con los aliviaderos o cloacas que vierten aguas residuales a las playas de Sanlúcar de Barrameda y revisar de una vez por todas qué se piensa hacer con la depuradora, que no cumple la normativa europea.




- Reforzar la protección del Acantilado del Espíritu Santo, protegido desde 1.986 en el Plan del Medio Físico de Cádiz.




- Reforzar la Protección del Corral de Merlín en la Playa de la Media Legua (de la Jara), catalogado como Bien de Interés Etnográfico por la Junta de Andalucía.




- Reforzar la protección del Baluarte de San Salvador en la Playa de Bonanza, declarado Bien de Interés Cultural por la Junta de Andalucía.




Existen muchos más puntos. Pero creo que para empezar hay bastante trabajo. El río está sometido en su desembocadura a un estrés ambiental insostenible por más tiempo. Así que está muy bien la creación de Organismos como la Red de Ciudades del Guadalquivir o el Grupo de Desarrollo Pesquero, pero sería una gravísima irresponsabilidad por parte del Ayuntamiento de Sanlúcar de Barrameda no seguir atendiendo estas agresiones sobre la Desembocadura.

viernes, 12 de agosto de 2011

"DIÁLOGOS CON LA NATURALEZA" por Manuel J. Márquez Moy

Desde que la luz de Sanlúcar de Barrameda penetró en mis ojos cuando por vez primera me asomé a este mundo, no he dejado de curiosear, de descubrir cada día el entorno que me rodea. Los recuerdos de mi infancia son de atardeceres en la Algaida, de paseos solitarios perdido por las callejuelas del Barrio Alto y de pacientes contemplaciones del solar marismeño subido a la atalaya del cortijo de Évora. Desde aquellos primeros años de mi vida no han dejado de sorprenderme los pequeños y grandes acontecimientos que han ido forjando la historia de esta antigua ciudad. Y hoy, no sé porqué extraña inquietud sigo preguntando al entorno las razones de mi existencia entre este conjunto de herencias culturales. Diálogos con la Naturaleza es la música, la sonoridad, la plasticidad, las vibraciones y la poesía del entorno sanluqueño. Es el diálogo entre el hombre y su tierra.

Reencuentros

“Así duerme Tartessos desde hace 2.500 años en la soledad de la marisma, donde todavía, como en la época del Rey Gerión pacen hermosos toros El viajero que recorre aquellos parajes solitarios ve en su espíritu la imagen de la antigua ciudad comercial y reina de los mares que antaño convirtiera este desierto en un foco de cultura. Entre las dunas y en la orilla del río la mirada busca indicios de la magnificencia perdida. ¡En vano.! Parece que no queda más que el recuerdo y el paisaje. El río, como hace 2.500 años, vierte lentamente en el mar infinito sus aguas amarillentas, y hasta donde la vista abarca, las olas del Océano resbalan sobre la playa, coronada por rojizas dunas interminables y desiertas como el mar”. (Adolf Schulten-“Tartessos”)

Si nos acercamos a un paisaje sanluqueño tan popular como las marismas y contemplamos su extensión reaccionaremos de diferentes formas según nuestras características personales y otros muchos factores.

No hace mucho tiempo me llamó la atención un trabajo que consulté acerca de las visitas turísticas a los parques nacionales españoles. Este interesante estudio dirigido por la Bióloga Marta Múgica, discípula directa del Ecólogo ya desaparecido Fernando González Bernáldez, llegada a unas conclusiones bastante significativas para reflexionar sobre los planes de conservación de la naturaleza que se están llevando a cabo en nuestro país.

Entre otras muchas cuestiones, Marta Múgica afirmaba que de las aproximadamente 4 millones de personas que visitan los parques nacionales españoles, una inmensa mayoría acuden especialmente en busca del espectáculo, en busca de paisajes frondosos, exuberantes de vegetación y con agua abundante; sin embargo, los paisajes áridos, por mucho interés ecológico que contengan, no son apreciados ni valorados, siendo el Parque Nacional de Doñana y el del Teide los que provocan una mayor decepción entre los turistas que los visitan, principalmente en época veraniega. Estos resultados hay que señalar que son de 1.996, pero eran tan significativos, que confirmaban de algún modo los estudios que hacía algunos años yo venía realizando en el mundo de la educación ambiental.

Reflexionar

Desde aquí se podrían plantear bastantes reflexiones sobre las relaciones del hombre y la naturaleza, del significado que tienen en nuestra sociedad moderna los llamados parques naturales o nacionales, en definitiva, espacios naturales que se protegen por distintas razones y para un objetivo aparentemente claro, como es el de conservar un trocito de naturaleza mínimamente alterado por el hombre y donde todavía se pueda respirar algo de vida sin demasiados trastornos urbanos. Desde aquí se podrían plantear reflexiones sobre la importancia que realmente tiene el medio ambiente para nuestra sociedad; que después de hablarse tantos años,- especialmente en las últimas décadas-, de naturaleza, de un planeta herido por mil enfermedades y del medio ambiente, qué rumbos son los que nos debemos marcar.

¿ Ciertamente nos interesa la naturaleza?. ¿Nos preocupa lo que ocurre en el planeta y a nuestro alrededor?. ¿Hemos sabido calibrar la importancia que el medio ambiente tiene para nuestras vidas, o aún más, entendemos lo que es el medio ambiente, lo que es la naturaleza?.

Información no nos ha faltado en estos últimos años sobre tantas y tantas cuestiones referidas al medio ambiente, pero, ¿en qué medida hemos progresado con toda esa información.?

Momento del diálogo

En definitiva, creo que ha llegado el momento de mirar a nuestro alrededor y analizar nuestros modos de vida, de mirar a nuestro interior y escuchar lo que nos susurra nuestro espíritu. Creo que ha llegado el momento del reencuentro del hombre con la naturaleza, del diálogo con la naturaleza.

Como decía Antonio Gala: “mirar a nuestro alrededor, fundirnos y confundirnos con él, tratar de recuperar el barro de nuestros pies y la última verdad de la naturaleza. Olvidemos de cuando en cuando nuestra racionalidad, las obsesiones y las desgracias que nos trae a cada uno y a la comunidad –encarnizada- que formamos; olvidemos los ecos de la pesadumbre y de la muerte, y echémonos en brazos de la hermosura que nos rodea; el placer de las sensaciones, la sombra en el calor y el calor en invierno, la flexibilidad de los cuerpos, el gorjeo de los pájaros, el matiz mudable de los cielos, las declinaciones de la luz, la inefable vibración de la vida y su inmortal renuevo. Si no somos personalmente responsables de las catástrofes que nos sobrevienen a nosotros y a nuestros semejantes, después de haber luchado contra ellas, abandonémonos a los elementales litigios de la Naturaleza, a sus inocentes y perennes reencarnaciones. Somos parte de ella y la vida transcurre por nosotros. "(El barro de nuestros pies. “El País Semanal 1996).

Por esta razón fundamental quiero invitaros a dialogar con la naturaleza, porque creo firmemente que el reencuentro del hombre con la naturaleza no es sólo una cuestión de ecologismo, sino de supervivencia espiritual.Dialogar con la Naturaleza, aunque no sólo con la mirada.

Manuel J. Márquez Moy es el creador del Programa de Educación Ambiental "Diálogos con la Naturaleza" que se está realizando desde 1.989.